Ganó Independiente por 3 a 2 porque logró definir las pocas oportunidades que tuvo y porque Talleres a pesar del dominio de la pelota no logró generar peligro de gol. Alarmante ausencia de contundencia ofensiva y fluidez en todas sus líneas.
En los primeros minutos de juego del segundo tiempo se lo vio al Cacique Medina charlar permanentemente con sus colaboradores por los interrogantes que generó Talleres en ambas áreas. En la propia, existieron muchas vacilaciones y en la del enfrente estuvo muy errático en la definición; Nahuel Bustos las que tuvo no las pudo definir. Había llegado al gol porque Federico Vera (4’PT), que al esforzarse en despejar terminó venciendo su propio arco. Entonces era necesario dialogar porque Talleres estaba perdiendo aun cuando durante todo el primer tiempo fue dueño de la pelota y dominó al rival. Le faltó definición, además de contundencia y fluidez en los metros finales.
Independiente fue un equipo que en todo momento intentaba cuidar lo que había cosechado. Había llegado al gol por errores defensivos de su rival; Juan Rodríguez en contra (17’PT) y Adrián Spörle (38’PT). En el primero el defensor metió la cabeza y la pelota se fue al ángulo del segundo palo de Herrera. Fortuito. Nada que hacer. En el segundo, la defensa de Talleres no pudo despejar. Lentos en la cobertura. En defensa los hombres de Vaccari ocupaban espacios siendo consciente de sus limitaciones. Que recibiera un nuevo gol era cuestión de tiempo. Si Talleres tenía paciencia, podía empatar. Era pura y exclusiva responsabilidad del equipo cordobés porque el Rojo estaba super conforme con la victoria, aunque no haya sido merecida. Se jugaban los últimos minutos del partido cuando llegó el empate; Valentín Depietri (40’ST). Luego Talleres se fue al ataque ciego a buscar el triunfo y terminó perdiendo: Luciano Cabral en una magnifica definición, haciendo honor a la camiseta que calzaba (N°10), puso el 3 a 2 con una gran sutileza. Ah, la defensa de Talleres otra vez mostró todas sus falencias, todas sus carencias. Los defensores se fueron encima de Ignacio Maestro Puch dejando espacios libres a sus espaldas. Cabral agradecido se tomó todo el tiempo para definir como aquellos que están acostumbrados a definir en los momentos mas comprometidos.