Racing Club con dos goles de Juan Fernando Quinteros, el primero de penal (36’ y 39’PT), venció a Corinthians de Brasil por 2 a 1 y se metió en la final de la Copa Sudamericana. La Academia puso garra, coraje y personalidad. Comenzó perdiendo por gol de Yuri Alberto (6’PT) y con una actuación al límite, no solo en el riesgo de dejar espacios para el contrataque del rival sino en lo físico, logró el empate por medio de un tiro penal. Tres minutos más tarde en un lateral rápido con ayuda de un alcanza pelotas, le agarró en contrapierna a la defensa brasileña y Juanfer no perdonó. Desde entonces defendió el resultado con una entrega extraordinaria de todos sus hombres.
En el inicio del partido el arquero Gabriel Arias se equivocó en el gol de Corinthians, Sosa, Rojas y Salas no estaban en el nivel de una Semifinal. Herido por la desventaja fue al ataque arriesgando todo. El empate estaba al caer como un fruto maduro. En los últimos diez minutos de la primera etapa, Racing pudo convertir en dos ocasiones y desde ese momento con fuerza, con mucho coraje no dieron ninguna pelota por pérdida. Fue admirable como corrieron Santiago Sosa, Adrián Maravilla Martínez y Maximiliano Salas. La defensa de Racing comenzaba por ellos. Metieron tanto como los volantes Agustín Almendra y Juan Ignacio Nardoni. Mientras los cuatro del fondo; Martirena, Di Cesare, García Basso y Rojas con orden y firmeza fueron casi impasables. Para salir del asedio de Corinthians, la Academia tuvo un iluminado; Juanfer Quinteros, quién aportó claridad y sutileza. Tuvo un nivel sobresaliente.
Racing para ganar puso el corazón. Sus jugadores demostraron que tienen un gran amor por la camiseta. Por eso entregaron todo, hasta quedar exhaustos.