En la noche del sábado 4 de febrero Belgrano de Córdoba dio el gran golpe del torneo de Primera División al derrotar a River Plate por 2 a 1 con dos goles de su figura y goleador Vegetti. En esta victoria quedó expuesto la gran capacidad e inteligencia del director técnico del Pirata cordobés; Guillermo Farré.
Las razones y los porques se encuentran en el análisis del partido. Ese análisis servirá no solo para recordar el planteo de Belgrano en su victoria ante River sino será una referencia para los demás técnicos por varias razones. En primer lugar porque Belgrano demostró que tiene una idea firme de juego y que en el desarrollo de esa ideas es superior a cualquier conjunto de grandes individualidades porque aun cuando es superado no renuncia a esa ideología. El orden defensivo fue fundamental; Belgrano mantuvo a rajatabla la línea de cuatro que en muchas ocasiones se transformó en cinco. En segundo lugar la obediencia táctica de sus jugadores; esto quiere decir que los jugadores creen en las palabras del conductor. Todos sus jugadores jugaron comprometidos con el equipo; quienes defienden nunca perdieron la desconcentración en la marca y los relevos, mientras que los volantes realizaron un enorme despliegue para quitar aire en la construcción de una jugada ofensiva y Vegetti tuvo la colaboración de los volantes
ofensivos para apretar la salida del rival para provocar el error y valla si lo consiguieron.
Belgrano cuando atacó ya prolongaba su defensa porque subían quienes tenían que hacerlo, pero los demás se quedaban para cubrir las espaldas en el retroceso sabiendo que cuando River recupera la pelota explota los espacios descubiertos en un contrataque. Belgrano no atacó con mucha gente, solo con los que fueron necesarios. En ese sentido dejaba gente en el medio campo de juego porque es más fácil evitar el progreso del rival esperándolo de frente y no corriendo de atrás. Nunca perdieron de vista al balón y para realizar todos esos movimientos es necesario un trabajo de mucho tiempo.
Belgrano desde que asumió Guillermo Farré nunca perdió por goleada ni en el peor momento de la gestión. Cuando se afirmó en la línea de juego que propone Farré los resultados positivos fueron continuos y el ascenso fue una realidad. Ahora en Primera División el equipo sigue jugando como quiere su técnico más allá de los nombres de los jugadores. Dos fechas cuatro puntos, un triunfo de local y un empate de visitante. Dos goles a favor y uno en contra. Belgrano comenzó bien y su camino será de buena cosecha porque respeta una ideología de juego que predica su conductor táctico. Con Guillermo Farré, Belgrano tiene buen futuro y el técnico con el trabajo que está realizando va camino al año de su consagración.