Albano Becica de Deportes Santa Cruz de Chile, es el jugador de experiencia en el ascenso del futbol chileno y en su club es una de las figuras por esa misma razón es uno de los encargados de patear los penales y por su alta efectividad su nombre siempre aparece en los resultados como uno de los autores de los goles. Vive cerca de Santiago de Chile, se le ha pegado un poco la tonada chilena, y en la charla con Razón Deportiva, afrontó un tema que no es fácil abordar para los jugadores porque muchas veces decir la verdad tiene sus consecuencias.
El cordobés tiene 36 años de edad, hace cuatro años que vive en Chile junto a su esposa Pia Font y desde hace un poco tiempo, desde un 8 de noviembre, con su hija Felicitas. “Nos vinimos en el 2.017, desde entonces vivo muy contento, disfrutando la oportunidad que la vida me dio y con las ganas de seguir viviendo en Chile. Una de las razones es el comportamiento de los clubes, la mayoría cumple con su responsabilidad contractual. El jugador solo se tiene que dedicar a trabajar, a jugar, porque los clubes están al día con los sueldos. Algo que en Argentina conozco por muchos compañeros que eso no es normal. Entonces uno trata de aprovechar esa situación haciendo bien las cosas y con las ganas de seguir” puntualizó Becica.
En Chile como en muchos países latinoamericanos los clubes que no cumplen con los sueldos son sancionados con la quita de puntos, ejemplos sobran; en Bolivia San José de Oruro está terminando esta temporada con menos 11 unidades por falta de pago y en Chile en la Primera B, donde milita Deportes Santa Cruz, el club Deportes Valdivia, en esta temporada sufrió la quita de tres puntos por no pagar a término la mensualidad de los jugadores. Sobre el tema aclaró; “en este país todos está declarado, los contratos con los jugadores deben declararse. Los clubes tienen una fecha límite para pagar los sueldos que son los días 15 de cada mes. Después de esa fecha los clubes tienen que mostrar la liquidación de los pagos a los jugadores. Si se atrasan tienen sanciones con la quita de puntos”.
Cumplir con el jugador es respetar el trabajo que desarrollan los futbolistas porque más allá que los jugadores al jugar profesionalmente están cumpliendo un sueño, están desarrollando un trabajo que debe ser renumerado. El habla desde su experiencia; “he jugado muchos años en Argentina y por eso les cuento a los jugadores aquí en Chile, sobre todo a los más jóvenes para que disfruten la oportunidad que les dio la vida, que en el ascenso argentino muchas veces el pago dependía de los resultados. Si ibas bien podías pedir, cuando en realidad te tienen que dar lo que corresponde. Si los resultados no acompañaban tenías que quedarte callado a esperar que el club te page cuando puedan o quieran. Generalmente te pagan el 50 por ciento del sueldo los días 20 o 21 de cada mes, se retraban y después no terminabas cobrando esa deuda. Por lo que se y por hablar con algunos ex compañeros, esa situación en la Argentina se sigue repitiendo”.
El respeto es fundamental en todos los órdenes de la vida y en Chile durante la pandemia “se ha cuidado mucho al jugador, se respetaron los protocolos sanitarios con firmeza. Los médicos de los clubes se reunieron para luego establecer el mismo protocolo en todas las instituciones. El jugador en ese sentido y con respeto a los sueldos se siente muy respetado porque los clubes te hacen ver que en el cuidado de cada jugador estaba el cuidado hacia tu familia. Después de entrenar tenés que volver a tu casa, donde te espera tu pareja y en algunos casos tus hijos. Para que el fútbol tuviera que seguir debían respetarse los protocolos y así se hizo” afirmó.
En cuanto a los montos que cobran los jugadores dijo “se cobra muy bien, no como en Primera División, pero una cifra que te alcanza para vivir y para proyectar tu vida. En la Primera B existen técnicos y jugadores que tienen sueldos superiores a los demás, claro que depende mucho de la trayectoria y del puesto que ocupan dentro de la cancha”.
Albano Becica, nacido en Villa de María del Río Seco, tuvo una vida llena de experiencias, comenzó en Bochas Sport de Jesús María, luego emigró a Huracán de Parque Patricios, donde hizo inferiores durante cinco años, después siguió su camino por Racing de Córdoba, Los Andes, Defensores de Belgrano, Talleres de Córdoba, San Martín y Atlético Tucumán, Mitre de Santiago del Estero y Tristán Suárez. En Chile su primer contrato lo tuvo con Deportes La Serena y antes de Deportes Santa Cruz estuvo en Puerto Montt, Magallanes y Rangers de Talca. Una vasta trayectoria con un broche al final de la carrera; respeto y seguridad laboral, algo que “la verdad no sabía a donde iba a llegar, como nos iban a tratar y en el tiempo me sorprendió y para bien” aseguró. Por eso sigue en Chile esforzándose para mantener el nivel futbolístico y continuar hasta donde den las piernas.