Con seis goles de Juan Cuellar, dos de Enzo Serrano, dos de Federico Rodríguez, dos de Agustín Duran, dos de Jesús Guaymas, y uno de Maximiliano Vargas y otro de Facundo Torres, Altos Hornos Zapla en partido correspondiente a la primera fecha de la Zona de la Región Norte del Torneo Regional goleó a Independencia de Humahuaca por 16 a 0, un resultado abultado que ha dejado expuesto falencias y carencias de la Liga Humahuaqueña de Fútbol, una liga que tiene poco años de existencia, pero que tiene una enorme repercusión porque se encuentra en una zona privilegiada por los miles de turistas que recibe durante todo el año.
En la goleada hubo un equipo de fútbol, Zapla, que se paró con un dibujo táctico, con la firme convicción de las acciones que debían llevar a cabo en todo el ancho y largo de la cancha, tanto en defensa como en ataque. Enfrente estaba Independencia, un grupo de jóvenes con ganas de jugar a la pelota, casi sin conocimientos de ocupar espacios, de hacer circular el balón, de jugar en conjunto. Ni hablar de relevos, de marcación hombre a hombre o defensa en zona. En la parte física hubo una diferencia abismal, los de Humahuaca chocaban con sus rivales y literalmente se desboronaban. Caían desarmados. La seguidilla de goles los desbastó psicológicamente, ninguno tuvo ni una pizca de reacción, o vergüenza deportiva que lo llaman.
Quedó expuesto claramente que no existe la promoción deportiva en el sentido de darle espacio y lugar a las divisiones inferiores. No solo en Independencia sino en todos los equipos de la Liga Quebradeña (no existe competencia en divisiones
inferiores; 6ª, 7ª, 8ª y 9ª), porque si este equipo es el ganador o campeón de la región, queda el interrogante como serán los demás. Sin lugar a dudas no tienen conciencia de que sin divisiones inferiores, cualquier club no tiene futuro. Las inferiores deben estar a cargo de personas con capacitaciones previas. El ideal es que los entrenadores sean ex jugadores del fútbol profesional o al menos que hayan jugado torneos semiprofesionales. Para el desarrollo de los niños deben haber un conocimiento, no es tirarle una pelota y que corran detrás de ella desesperadamente.
Cuando comenzó la Liga Quebradeña había una experiencia previa que lo había realizado el Club Atlético Terry de la ciudad de Tilcara en su participación en la Liga Jujeña. Sus actuaciones fueron importantes, entonces se creyó que en la Quebrada de Humahuaca existía material humano de sobra para soñar con competencias semiprofesionales. En el inicio con Fredy Ayarde en la presidencia del 
club tilcareño y en la Liga, el armado fue generoso para las ambiciones de cualquier institución deportiva que sueña en grandes logros. Los casi diez años de Terry en la Liga Jujeña había producido un semillero que podía expandirse y con el correr de los años todo se diluyó porque se inmiscuyó la política partidaria. Esta goleada de 16 a 0 es la consecuencia del trabajo dirigencial, quienes no avizoraron el futuro, les da lo mismo ganar o perder con el objetivo de participar y hacerle ver a los pueblos que están presentes y con ello buscar representatividad para posicionarse en la sociedad. Muchos dirigentes están ligados de una u otra manera a los municipios locales.
Por otra parte quedó en evidencia que al no haber divisiones inferiores los jugadores que están en primera división no tienen conocimientos de las tareas
que deben realizar en cada una de las posiciones que ocupan. A cada ataque rechazaban la pelota a cualquier parte. Los jugadores de Independencia dieron la sensación que no entrenan en la parte física, ni técnica ni tácticamente. Como que no tienen disciplina. Gente del ambiente también expusieron que les falta mentalidad, que cuando son advertidos de algunos errores se enojan y no escuchan concejos ni se dejan ayudar para un mejor desarrollo de sus cualidades, que las tienen, pero que quedan limitadas en un fútbol actual que no para de crecer.