Belgrano de Córdoba perdió injustificadamente por 2 a 0 con Defensa y Justicia; los goles fueron de Nicolás Fernández en el primer tiempo y Juan Bautista Miritello al final del partido. Hizo méritos para empatar, tuvo cuatro llegadas claras, pero Unsaín evitó la igualdad. No se llevó un punto porque el contrario marcó dos golazos, uno de ellos fabricado con paredes y triangulaciones, con la esencia del futbol asociado.
En este partido las fallas más notorias estuvieron en las dos defensas, ninguna de las dos mostró seguridad a la hora de salir del fondo, estuvieron imprecisas, a esto también se tiene que agregar que Lozada de Belgrano, cuando tuvo que jugar con los pies estuvo fuera de tiempo, por el contrario el arquero de Defensa y Justicia, Unsaín, que no tuvo mucha participación en la salida de su equipo, pero si a la hora de atajar; tuvo al menos cuatro participaciones sensacionales cuando su equipo ganaba por 1 a 0. Salvó a su equipo del empate.
Belgrano perdió porque su defensa dio tiempo para pensar al rival. Nunca llegó a afirmarse porque los cuatros del fondo estuvieron distanciados entre sí, dio la sensación que cada uno de ellos estuvieron más preocupados en ocupar sus posiciones, pero no en tomar las marcas, de esa manera dio ventajas que en Primera División se pagan con goles en contra. Después en el arco contrario le faltó suerte, porque definieron bien quienes llegaron a posición de gol, pero Unsaín estuvo en el lugar donde fue el balón o se estiró cuanto más pudo para evitar la caída de su arco.
Con tiempo y espacios, Defensa y Justicia simplificó su ataque y creo situaciones claras haciendo de Lozada una de los más destacados de los cordobeses porque tapó dos situaciones, que pudieron aumentar el marcador cuando la diferencia era de un gol. Para los de Florencio Varela las paredes y triangulaciones, fueron las armas más letales para dejar en evidencia la debilidad defensiva de Belgrano. Los dos goles fueron el ejemplo más claro de cómo disminuir la oposición de los contrarios y cómo aprovechar los callejones para llegar al objetivo de la máxima felicidad en el fútbol.