Miles de chicos en una prueba de fútbol, todos con la misma ilusión; el de llegar a cumplir un sueño que no es otra cosa que jugar en Primera División, en el fútbol grande la Argentina o de Europa como lo está haciendo Messi en la actualidad o como lo hizo Maradona hace tiempo atrás. En ese momento, tiempo de 20 minutos o un poco más, los pequeños son observados por un cuerpo técnico, que a veces está compuesto por dos entrenadores. Esos entrenadores en muchas ocasiones tienen mucha experiencia y en el presente en algunos casos son profesores con títulos universitarios que miran y eligen. ¿Estarán a la altura de las circunstancias? ¿Tendrán ese ojo clínico que poseen algunos entrenadores? ¿En Córdoba quienes son los entrenadores o técnicos que tienen esa capacidad, ese don? Ante esta situación se abren un abanico de interrogantes.
En realidad, son pocos los entrenadores que tienen esa habilidad distintiva en el fútbol y en Córdoba sobresale un nombre, el de Sergio Allende; quién fue el descubridor de dos figuras que juntos por sus transferencias han generado más de 11 millones de dólares: a Nahuel Bustos en España y Bebelo Reynoso en Estados Unidos. También descubrió a Wilson Altamirano que hoy está en Gimnasia de Jujuy, a Walter Bracamonte en Unión de Santa Fe, Tomi Cobian en Atlético Capitalino de México, Elías Palacios en Club Deportivo Cabecense de España, Rodrigo Ligorria en Deportivo Achuapa de Guatemala, Diego Palleres en Gualaceo Sport Club de Ecuador, Nahuel Da Silva en ASD Troina de Italia y Wilson Altamirano en Atlas de México.
Con este historial nos preguntamos si los Clubes le dan el valor que se merecen los captadores de talentos, a entrenadores que tienen ese ojo distinto, que observa un poco más allá en una prueba de fútbol con la participación de cientos de niños y en poco tiempo detectan a un futuro jugador, a aquellos que tienen condiciones para explotar en el futuro.
El técnico Sergio Allende dio a conocer detalles que tiene en cuenta cuando observa a los niños no solo en las pruebas sino en otros espacios donde juegan al fútbol. Expuso que “al jugador “distinto” lo vemos todos, sobresale del resto”, pero la virtud pasa por “observar las cualidades como el primer contacto con el balón. El primer contacto con la pelota del niño te dice todo: como dominó la pelota (recepción), como resolvió la jugada; con un pase, gambeta (habilidad), o la tiró para adelante. En la primera pelota aparece la lectura si tiene Técnica, Inteligencia y si tiene acompañamiento del Talento. Cabe destacar que el talento no se enseña, eso viene en el envase. Son detalles que uno tiene en cuenta para saber si es un jugador diferente. También no debe confundirse habilidad con talento. El habilidoso supera a rivales con la gambeta, el talentoso hace que su equipo supere a los contrarios porque tiene panorama, da un pase al que siempre está libre, abre espacios para sus compañeros, además de tener técnica, inteligencia y decisión”.
Después de la elección de niño que tiene condiciones existen otros parámetros “además de los atributos, en el niño o adolescente jugador, comenzamos a prestar atención en el Fisico; por ejemplo, si tiene velocidad, si es lento, si es explosivo, fuerte, potente, y su contextura física, es decir si es delgado, de baja o alta estatura, condiciones naturales para jugar en una u otra posición”. En ese sentido se explayó afirmando que “en los arqueros observamos altura, elasticidad, dominio de su espacio, es decir del área, mientras que en los defensores miramos que sean altos, rápidos, tengan un buen cabezazo, como resuelve en el mano a mano, si son tiempistas y si tienen carácter. En los volantes o mediocampistas: el pase corto y largo, panorama y transiciones. En delanteros: que sean rápidos, con movilidad, remate y puntería, guapos y el olfato de gol. Todo esto son detalles y datos que nos sirven y son muy útil para la evaluación final, todo ayuda en una elección que no es infalible”.
Sobre el trabajo que se debe efectuar en divisiones menores, inclusive en las escuelas de fútbol, expresó que “en mi opinión pienso que los jugadores niños de 5 años a 12 años tienen que ser entrenados por Directores Técnicos de experiencia que enseñen y corrijan, docentes que disfruten de la Formación del Niño-Jugador. Es importante dejar en claro el mensaje y evitar confusiones: el Club, Coordinador y Técnicos deben tener un objetivo común: la formación de jugadores y no ganar Campeonatos que nadie recuerda, y que solo sirven para escalar posiciones al técnico de Inferiores que anhela dirigir primera”.
Finalmente, al hablar de las dos grandes figuras que descubrió en su momento dijo “hoy me toca contemplar el presente de Nahuel Bustos y Bebelo Reynoso y no dejo de emocionarme por el momento que viven dos pibes humildes de barrio, que soñaban ser jugadores de Fútbol, como se esforzaron y lucharon por un sueño que se convirtió en realidad”.
Sergio Allende como DT:
Liga Cordobesa de Fútbol:
Campeón Primera “C” 2.002 con Atalaya
Campeón 2004 con Peñarol
Campeón Apertura 2.012 con Peñarol
Campeón Anual Primera “A” 2.012 con Peñarol
Campeón Torneo del Interior AFA 2.013 con Peñarol
Campeón Anual Primera “A” 2.014 con Peñarol
Campeón Oficial “A” 2.016 con General Paz Juniors