En Rosario quedó evidenciado el mal momento de Talleres de Córdoba, sufrió su séptima derrota, la que le deja muy cerca del fondo de la Tabla de Posiciones con el mismo puntaje de Independiente, 15 unidades, y con una exigua diferencia con los últimos puestos; dos más que Aldosivi de Mar del Plata, tres más que Vélez Sarsfield, dirigido por el ex técnico albiazul, el Cacique Medina, y cuatro puntos sobre Lanús. Sin lugar a dudas que Talleres está desarrollando una campaña muy pobre, para colmo de males en su juego no se avizora una mejora.
Quizás la distancia, amplia, con los dos últimos que descienden, más el buen desempeño
en la Libertadores, son telones que no dejan observar con frialdad la actualidad de Talleres y fundamentalmente el futuro, que por ahora es negro teniendo en cuenta que es un equipo endeble, con fallas defensivas, por ejemplo en el primer gol del Canalla; dos cabezazos dentro del área fueron posibles porque la defensa no tuvo reacción. Los dos marcadores centrales no ofrecieron resistencia cuando hubo un rebote tras la gran atajada de Herrera. Tampoco se puede entender porque no salen a apretar a los lanzadores. De esa manera diez jugadores de la T en posición defensiva fueron superados por cuatro jugadores del rival. En la segunda gran atajada de Herrera, ocurrió prácticamente lo mismo. En el segundo tiempo otra jugada similar puso en peligro 
el arco del elenco cordobés.
La repetición de errores expone que no existe lectura de juego y esto lo podemos decir porque los cuatro defensores retroceden en línea, cada uno respetando su posición, sin tener en cuenta la movilidad de los delanteros. Esa forma de defender es una falla táctica porque no se marcan a los jugadores que llegan en posición ofensiva. Los volantes en los contragolpes quedan lejos de la jugada, da la sensación que quedan en contra pierna. Entonces tampoco llegan a marcar.
Otro de los puntos débiles es el ataque; llega mucho al campo contrario, pero carece de
profundidad: en los últimos cinco partidos anotó cuatro goles, tres de ellos en un solo partido (en el 3 a 3 ante Patronato). Es cuestionable que no aprovechen el desequilibrio de Valoyes. Indudablemente que Pedro Caixinha, el técnico, no acierta con su estrategia ofensiva.
Los números muestran que en los últimos cinco partidos recibió seis goles y cosechó apenas tres puntos de quince posibles; la ecuación es muy negativa. En 16 partidos del actual torneo ganó tres partidos, empató en seis ocasiones y cayó derrotado en siete oportunidades. Convirtió 12 goles y su arco fue vencido en 16 ocasiones. Para nada alentador el panorama de Talleres. Se necesita cosechar puntos para no sufrir en la próxima temporada.