En la última jugada del partido, Instituto de Córdoba le empató a Banfield por medio de un cabezazo de Joaquín Varela. Todo Banfield se quedó reclamando porque el árbitro Jorge Ignacio Baliño adicionó 8 minutos y sancionó una falta, que para ellos no lo era, cuando en realidad si hubo desestabilización sobre un hombre de la Gloria. Banfield ganaba por la mínima diferencia por tanto de Juan Bizans de penal (concedido después de revisión del VAR) a los 42 de la primera etapa.
El empate fue justicia en el marcador. Instituto no se podía quedar con las manos vacías porque siempre buscó, quizás con falta de claridad, pero con mucha voluntad. Banfield se defendió hasta donde pudo y como pudo. Instituto con la pelota bajo su dominio fue ciego hacia adelante sabiendo que una posibilidad se le iba dar y se le dio cuando agonizaba el partido.