Por la segunda fecha de la Copa de la Liga, en Alberdi, Belgrano de Córdoba igualó con San Lorenzo de Almagro 1 a 1 con un hombre menos por expulsión de Esteban Rolón (19’ST). Lucas Passerini (26’PT) anotó para el Pirata y San Lorenzo empató por medio de Adam Bareiro (24’ST). El empate estaba al caer porque el Santo fue mejor, estaba dominando y llegando constantemente al área del Celeste. Farré tardó demasiado en realizar los cambios y cuando los hizo el resultado ya estaba empardado. Innecesariamente Belgrano sufrió demasiado.
En el primer tiempo Belgrano sacó una mínima diferencia con gol de Passerini, después de un corner. Hasta ahí no había realizado méritos. San Lorenzo fue superior, no llegó a marcar porque le faltó eficiencia. En un partido intenso prevaleció el juego del visitante porque siempre superó numericamente a Belgrano; en defensa Insúa colocó cinco defensores y cuando pasaba al ataque los
volantes laterales doblegaban el medio campo del local. Adelante le faltó ser profundo. Los atacantes chocaron continuamente con los marcadores centrales y chocando no se puede generar situaciones de gol.
En la segunda parte, San Lorenzo no cambió su juego, mantuvo el dibujo táctico. Belgrano en el esfuerzo para contener al rival se fue desgastando fisicamente. El técnico Farré no hizo esa lectura, tardó demasiado en realizar los cambios y logicamente San Lorenzo llegó al empate. Fue minutos después de la expulsión de Esteban Rolón. Después de los cambios, Belgrano se paró mejor en la cancha, su rival ya no pudo generar espacios ni atacar con tanta soltura como en la primera etapa. Los dos goles llegaron de pelota parada, única alternativa para dos equipos con falta de definición. Passerini y Bareiro marcaron los goles porque siempre están donde deben estar, son goleadores y convierten aun cuando sus equipos no tengan claridad en los últimos metros.