General Paz Juniors perdió de local y se quedó sin el sueño del ascenso. Una vez más y ya van al menos cinco ocasiones consecutivas. Deportivo Colón de Colonia Caroya con una actuación excepcional de su arquero Manuel Testore lo superó en la tanda de los penales, aunque para los analistas lo había superado en el tiempo de juego porque supo cómo jugar este tipo de encuentros. No es malo defenderse, tampoco está fuera del reglamento hacer tiempo, ni aferrarse del juego mental que desequilibra a quienes no están preparados. En los noventa minutos igualaron 1 a 1; en el primer tiempo Kevin Sagristani anotó a los 9 minutos para Colón y Matías Leichner empató a los 27, después de tres salvadas magistrales de Emanuel Testore. Después en la definición por penales Colón se impuso por 3 a 1 (Joaquín Bassani, Jeremías Bertacin y Franco Vigo para el ganador y Agustín Fazzio para General Paz Juniors).
General Paz Juniors fue superior en la posesión del balón y desde el pitazo inicial se fue al ataque en búsqueda del desequilibrio, sin embargo los nervios, la ansiedad, la falta de templanza le jugó una mala pasada porque acumuló tensión y en ese estado sus jugadores tomaban decisiones aceleradas, las que por supuestos eran erróneas.
Los jugadores de General Paz Juniors no leyeron nunca el partido, careció de un conductor que maneje los tiempos y el desarrollo del ataque, siendo los mismos defensores los que tuvieron que tomar esa responsabilidad y fallar en el intento. Por el contrario Deportivo Colon fue preciso y minucioso con la idea de juego con la que enfrentó este partido, golpeó en el momento justo, a los 9 minutos de juego a través de una contra que salió desde la recuperación de balón en su propia área. El despliegue del visitante fue perfecto, no se notó la juventud de sus jugadores, quienes se expusieron como muy experimentados para encarar este tipo de encuentros.
El local llego a alcanzar la igualdad, y tuvo varias ocasiones para imponerse en el marcador, pero la fortuna y los nervios pudieron más. Después de las claras ocasiones de gol repitieron una y otra vez la forma de atacar y de esa forma las jugadas ofensivas se diluyeron en los últimos metros facilitando el despeje de los defensores contrarios. El tiempo también fue un rival más y fue cuando dieron la sensación que en el juego mental de imponerse al rival perdieron la dirección exacta del camino hacia la victoria.
Al término del encuentro los de General Paz Juniors sintieron el rigor de su hinchada que dio muestras de estar cansados de no llegar al objetivo. Parece ser que es el final de un ciclo porque los que aman al Albo recriminaron que no se hizo valer en la cancha la autoridad de su historia ante su contrincante.