Colo Colo decidió que iba a pararse como si estuviera en casa. Como si no le molestara la omniprescencia de Fortaleza y de su gente. Adelantó las líneas. Presionó adelante. Y apostó por jugar. Sobre todo, desde el comienza. Una decisión de principios. Que se premió en el resultado: 2-1.
Pablo Solari fue un dolor de cabeza para la defensa de Fortaleza. Y eso que hay costumbre en Brasil de equipos con futbolistas desequilibrantes. Pero ese talento sumado a la eficacia de Juan Martín Lucero lo empujó a un comienzo importante de victoria. Sumado al armado de Gil, con una zurda que arma juego y le da velocidad a la pelota.
En un grupo tan complejo, compartido con River y con Alianza Lima, los chilenos dan un gran primer paso. Se aventajan con tres puntos para disputar tanto el primer o el segundo puesto. Fortaleza podría haberlo empatado. Descontó, pero no le alcanzó la precisión para aventajarse. El conjunto de Gustavo Quintero no dudó en el comienzo y mostró personalidad. Por eso, se llevó la victoria. Fuente: Conmebol