Talleres de Córdoba en un partido para verlo varias veces derrotó a Tigre por 3 a 1 con goles que fueron la puntada final de jugadas colectivas de alto nivel. Nahuel Bustos marcó dos y Michael Santos uno. Brian Luciatti empató transitoriamente. El juego de Talleres fue un placer para los ojos y una caricia para el alma de los que aman el fútbol.
En el afán de ir a buscar el arco contrario, Tigre quedó descompensado en defensa y Talleres con una rápida transición defensa – ataque, abrió el marcador por medio de Michael Santos, quien
recibió un centro de Valoyes después de un pase sensacional entre líneas de Sosa, un jugador desequilibrante por habilidad y por atrevimiento. Más allá de la brillante jugada, el gol fue convalidado por intervención del VAR.
Desde ese momento Tigre fue a buscar al empate, sin claridad, pero con mucha voluntad y en un centro desnudó una de las falencias defensivas de Talleres; sufre demasiado en las pelotas aéreas. Brian Abel Luciatti fue el autor de la igualdad. El resultado, hasta ahí, fue mentiroso porque los cordobeses desperdiciaron al menos dos oportunidades.
En el segundo tiempo Garro deslumbró con pases finos. Talleres llegó con claridad, triangulando, abriendo la defensa con pinceladas de buen fútbol y Marinelli, arquero de Tigre, fue la figura porque salvó su valla en cuatro mano a mano y cuando no pudo el travesaño en una oportunidad y el palo en otra ocasión negaron el gol.
De tanto ir, de tanto buscar, sobre el final llegó por medio de Bustos, pero sin traicionar el estilo y la ideología de juego; tres toques en un cuadrado imaginario y un taco de Valoyes para asistir al goleador. Ese taco fue el moño a semejante jugada. 
Tigre fue un gran rival porque fue cuantas veces pudo aprovechando que Talleres no toma recaudos. La T va siempre al frente porque confía en la capacidad individual y colectiva de sus jugadores. En ese de ir al frente, Tigre terminó perdiendo por 3 a 1 porque una vez más, Talleres dando clase de como terminar un contrataque, llegó la definición de lujo de Nahuel Bustos.