
Agencia EFE
Boca Juniors y River Plate no se sacaron diferencias en los 90 minutos, por lo cual tuvieron que definir desde el punto del penal. Los Xeneixes clasificaron a Cuartos de Final, donde espera Patronato de Paraná.
Boca Juniors, que vive una crisis deportiva, por los Octavos de Final de la Copa Argentina enfrentó a River Plate, equipo que tiene un buen presente en la Primera División y en la Copa Libertadores.
Este fue el cuarto superclásico del año entre Boca y River; en el primer semestre se enfrentaron tres veces por torneos locales y los tres encuentros diputados terminaron empatados (2-2, 1-1 y 1-1). En el último de ellos River tuvo que jugar con juveniles por un brote de coronavirus y en la oportunidad igualaron 1 a 1, pero como correspondía a la definición de una llave de la Copa de la Liga Profesional tuvieron que recurrir a los penales para la clasificación a la siguiente ronda y como en la noche del miércoles 4 de agosto Boca Juniors ganó.
Como en los superclásicos del 2.021 se jugó con dientes apretados y el buen fútbol por esa razón estuvo ausente. Se vio un clásico apático, sin brillo, muy peleado, con jugadores al borde de la expulsión. No hubo ocasiones claras en ambos arcos, ni uno ni otro logró prevalecer sobre el rival.
En la definición de los penales River Plate falló dos, uno atajado brillantemente por Rossi y otro desviado por Brian Romero. Boca Juniors anotó los cuatro que tuvo que patear y alcanzó una alegría que no puede opacar al momento que están viviendo.