El elenco de Oceanía venció a Dinamarca y se clasificó a octavos de final, algo que había conseguido sola una vez.
El equipo danés estaba bajo presión, ya que sólo podía mantener vivas sus opciones de pasar a los octavos de final con una victoria. En consecuencia, la primera parte estuvo dominada principalmente por Dinamarca. Australia apenas pudo salir del fondo. Tuvieron su primera gran ocasión en el minuto 12, cuando Braithwaite estrelló un balón a media altura en Jensen, que disparó al primer palo. Sin embargo, el arquero australiano Ryan pudo retener el balón. Más tarde, en el minuto 29, protagonizaron un contraataque muy bien combinado que terminó con un disparo de Eriksen junto a la portería. En la segunda parte, Australia se atrevió a jugar más, pero Dinamarca realizó las mejores jugadas. Esto también fue evidente en el número de pases recibidos y en la posesión. Por lo tanto, fue una completa sorpresa que los australianos se adelantaran en el minuto 61. Tras un contraataque por medio de McGree, que jugó un gran balón a la trayectoria de Matthew Leckie, éste superó a Maehle por el lado más lejano y colocó el balón en la esquina derecha del arco. El equipo de Kasper Hjulmund tuvo que reaccionar y lo dio todo para crear oportunidades ofensivas.
Después de lo que se suponía que iba a ser una actuación dominante de Dinamarca, fue una sorpresa que Australia se adelantara por medio de Matthew Leckie en el minuto 61. Un gran pase de McGree a Leckie durante un contraataque y este último colocó con habilidad el balón en la esquina derecha del área. Entre medias, Leckie también dejó salir al desafortunado Maehle en dos ocasiones. Un gran momento clave para el equipo australiano, que no se dejó distraer y jugó su partido con gran concentración. Fuente: fifa.com