Con gol de Martín Rio a los 40 del primer tiempo, Quilmes derrotó injustamente a Racing de Córdoba por 1 a 0. Los dos equipos terminaron con un jugador menos por las expulsiones de Santiago Rinaudo en la Academia a los 33 minutos del primer tiempo y Gabriel Díaz en el Cervecero a los 20 del segundo tiempo. Al final del partido, después de unos minutos, Carlos Bossio presentó su renuncia y más tarde el presidente de Racing, Manuel Pérez, dio a conocer que el ciclo del ex arquero estaba terminado.
Racing fue al ataque como pudo, a los tumbos, no como debía. Careció de ideas para gestionar posibilidades de gol. Siempre se limitó a tirar pelotas dentro del área, nunca hubo una situación clara a excepción de la que dio en el palo a los 41 minutos del complemento, cuando el arquero visitante, Álvarez, estaba vencido. Ni los cinco cambios que hizo su DT Bossio modificaron la elección del camino de la búsqueda del empate. Primero Oyola, Jiménez, Figueroa y Méndez tropezaron con las faltas de ideas, después Pomba y Suárez pusieron mucha voluntad, pero tampoco tuvieron claridad. Nadie absolutamente nadie tuvo lucidez, quizás porque van hacia adelante sin tomarse un segundo para pensar cual puede ser el mejor camino o el pase que puede ser decisivo. Está claro que la urgencia de lograr un resultado nubla el pensamiento en el ataque y provoca el error en defensa.
Por su parte, Quilmes nunca pudo controlar la pelota, se defendió juntando mucha gente dentro de su área para que rechacen a cualquier parte con el único objetivo de despejar el peligro. Los Cerveceros en ofensiva lo único que hicieron fue convertir el gol en una pelota que no tenía destino de red. El gol llegó por un desvío fortuito de Río.
Si algo se puede cuestionar a Racing, además de la alarmante falta de gol, es la tardanza en rearmarse después de la expulsión de Rinaudo. Hubo desconcentración, más allá que el técnico Bossio dio indicaciones concretas de cómo debían pararse. En el gol en contra el defensor Elías Calderón se quedó estático, no salió a tapar un posible remate, Bonetto tuvo un intento de definición, no alcanzó a pegarle bien al balón y Martín Río tirándose hacia adelante corrigió la dirección. Mala suerte? Todo indica que sí o que el destino estaba escrito así.
Racing quedó en la décimo quinta posición con 18 unidades, con Bossio en la Primera Nacional logró apenas 4 victorias, 6 empates y 7 derrotas. Convirtió 20 goles y recibió 22 tantos. Está cuatro puntos arriba del equipo que juega la Permanencia, Villa Dálmine, y cinco del que hasta ahora desciende; Chaco For Ever.